Pau Turina

Pau Turina: ¿Cómo compartir historias sin la presencia de los cuerpos?

28 sep 20

Pau Turina es comunicadora social egresada de la UNR. Asiste al taller literario Alma Maritano, coordinado por el escritor Pablo Colacrai. Coordina Disruptivas, un taller de lectura de narradoras latinoamericanas contemporáneas, en la librería Arde. Lee de forma voraz porque cree que nunca es suficiente, de ahí el nombre de su newsletter. Se suma al ciclo “#Signos2020: nuevos tiempos, ¿nuevas palabras?” con la palabra “compartir”.

 

Por Pau Turina

 

¿Cómo compartir historias sin la presencia de los cuerpos? ¿Cómo estar cerca sin estarlo?

 

Las primeras semanas de la cuarentena, éramos muchas personas sin la disposición necesaria para sentarnos y leer ficción. La distopía ya no estaba en los libros, estaba ahí afuera, más cerca de lo que nunca habíamos imaginado. Con los días y los meses, nos fuimos acostumbrando (aunque sea un poco) a cierta rutina y retomamos el hábito de lectura. E incluso, con la vuelta a una fase más restrictiva, volvieron los delivery de libros y con ellos, la emoción de recibir lecturas con olor a nuevo.

 

“Creo que por eso leemos novelas, por la pureza de las experiencias narradas, que nunca son directamente las nuestras. La ficción le da una forma a la vida, la hace más intensa, más nítida, parece darle sentido a la confusión de los días”, dice Ricardo Piglia. No hay mejor término que describa el momento en el que vivimos: confusión. En estos tiempos, la ficción me ha dado y le da cierta forma a la vida.

 

Pero la lectura no es únicamente un acto en soledad, también es compartir esas lecturas con otros, otras, otres. Por eso, una semana antes de que se declare el aislamiento social obligatorio habíamos comenzado Disruptivas, el taller de lectura de narradoras latinoamericanas contemporáneas en la sala de la librería Arde. Luego de una clase presencial, tuvimos que reconvertirlo a la virtualidad. Las formas de compartir se modificaron, es cierto, pero aun así seguimos creyendo en lo que mencionó la escritora Liliana Bodoc, “porque amasar un pan y escribir un cuento son cosas muy parecidas, porque repartir un pan entre todos y leer un cuento en voz alta son las más antiguas costumbres del amor”.

 

Entonces, acá estamos, intentando recuperar las antiguas costumbres del amor en la confusión de los días.

 

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